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Elgeta monumental

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Situado en la frontera de Bizkaia, Elgeta une Bergara con Elorrio. Su casco urbano medieval se levantaba en los estratégicos campos, conocidos con el elocuente nombre de Maya según la carta puebla otorgada por Alfonso XI de 1335, a lo alto de un promontorio. Su sencilla planta amurallada se articulaba originalmente en torno a la calle longitudinal, hoy denominada San Roque, aunque fue creciendo en lo sucesivo alrededor de los caminos de Ubera, Angiozar y Kanpanzar. Durante el siglo pasado, no obstante, ha sufrido una notable transformación a consecuencia de las heridas sufridas en la última guerra civil, ya que resultó atacada y bombardeada con firmeza.

Entre el patrimonio arquitectónico que permanece en pie se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Las ventanas ojivales que se abren en la parte inferior del muro dan cuenta del antiguo origen del templo, a pesar de que sus obras de ampliación más notables se materializaron a lo largo de los siglos XVI y XVII. De su interior, merecen especial mención los sepulcros —gótico y renacentista, respectivamente— donde yacen el «guarda y vasallo del rey» Ochoa Donor-d-Olaegui y el inquisidor apostólico Martín Sáez de Ibarra, así como el esbelto retablo de pronunciado estilo romanista dedicado a Santiago que este último donó.

El edificio civil de mejores atributos artísticos, por su parte, lo constituye la casa Abridio, conocida también como Torrekua o Torre de Urrupain. Situada a orillas de la vía de acceso al pueblo por Bergara, destaca por su magnífica fachada renacentista de sillería formada por una centrada puerta adintelada que enmarcan un par de pilastras corintias y sobre la cual reposan, junto a la fecha de construcción (1564), el escudo de armas y dos tondos con los anagramas de Cristo y María.

A tenor de lo mencionado anteriormente, las consecuencias de la guerra del 36 resultaron trágicas para Elgeta, tanto por las muertes causadas como por los efectos devastadores de la villa. A la altura del cruce de Asentzio se instaló en 2007 la escultura «Intxortako Atea» (Puerta de Intxorta) realizada por Juan José Aranguren en acero corten, que además de señalar el límite geográfico del frente, quiere rendir homenaje a los milicianos y gudaris que resistieron el asedio de las tropas franquistas durante siete meses. Son fruto de los trabajos de reconstrucción de posguerra el aspecto actual de la casa de la Diputación, que sirve de paso a la carretera decimonónica de Elorrio a modo de arco neoclásico, y la Casa consistorial, siendo esta última llevada a cabo mediante la mano de obra forzada de los prisioneros de la contienda.

En el aspecto cultural, dos célebres acontecimientos que aquí tuvieron lugar merecen ser destacados. Por una parte, la fundación de la Federación Vasco-Navarra de Alpinismo en 1924 unió estrechamente Elgeta a la historia del montañismo vasco. Por otra, el acto conmemorativo a Pablo Uranga en octubre de 1945 en el cual se colocó en la fuente de San Roque el medallón de bronce con el retrato del pintor que su amigo Paco Durrio había esculpido años atrás. Al evento acudió otro ilustre amigo vinculado vivencialmente a la localidad, el también artista Ignacio Zuloaga, quien falleció pocos días después.

En resumen, Elgeta es una de las joyas turísticas de nuestra comarca. Acércate a conocer el patrimonio histórico-artístico que esta nos ofrece. Seguro que no te arrepentirás.

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