El Santuario de Arantzazu se ubica en un entorno salvaje y natural.

Según la tradición, la primavera de 1468, se encontraba el pastor Rodrigo de Baltzategi intentando reunir su rebaño cuando oyó el sonido de un cencerro que le llamaba y encontró la imagen de la Virgen María. Nada más conocer este hecho, que consideraron milagroso, comenzaron a acercarse hasta este lugar los peregrinos.

A lo largo de los siglos se han sucedido varios edificios y no quedan restos de las primeras edificaciones. En 1950 se comenzó a construir la basílica actual, ya que al parecer, la que había entonces era demasiado pequeña. Hoy el edificio se levanta sobre el barranco del Santuario, se eleva en las rocas, en imponentes piedras.

Desde el año 1501, los franciscanos tienen el permiso papal para permanecer en Arantzazu, y así lo han hecho durante más de 500 años. La comunidad vive junto a la iglesia y la casa de ejercicios espirituales.

El 9 de septiembre se celebra el día de Nuestra Señora de Arantzazu, patrona de Gipuzkoa.

Lugar para el encuentro y la conversación. Inaugurado en el 2005, este centro cultural se creó a partir del antiguo seminario dándole una apariencia moderna. Hoy en día se divide en varias áreas:

 

 

Es el pequeño edificio que hay entre la Basílica y Gandiaga Topagunea. El nombre “Misterio” lo recibe de una escultura de Jorge Oteiza que encontramos en ése mismo lugar. La escultura representa a un fraile de Arantzazu ofreciendo al pueblo la Virgen maría y Jesús niño.