Este horno del s. XIX ha sido calificado como bien de interés cultural por el Gobierno Vasco, y es uno de los pocos hornos de cerámica que han llegado hasta hoy en día en la Comunidad Autónoma de Euskadi y el único en Gipuzkoa.
Examinados los restos de cerámica encontrados en las inmediaciones del horno y en su interior, se puede concluir que en el mismo se producía cerámica de uso común: cuencos, platos…
Actualmente se puede ver una colección de vasijas de uso doméstico, de Bittoriano Larrañaga. Se realizan visitas guiadas que se completan con un taller de cerámica.