Bergara es una villa monumental y concentra en su casco histórico un buen número de casonas y casas torre. El siglo XVI es un periodo de paz y muy próspero para Bergara, este auge económico favorece la construcción de numerosos edificios que reflejan las características artísticas de ésta época y merecen la pena ser observadas.
Se realizan las casas torre de Gabiria, Ozaeta, Ondartza y Olaso, las cuales pierden su carácter funcional, meramente defensivo, pero todavía mantienen detalles típicos de la arquitectura militar como los garitones rematados en pináculos que se aprecian en el exterior.
Por otra parte, en los palacios Arrese y Azkarate-Marutegi, se introduce el gusto renacentista en la villa. Ambos se engalanan con sendos balcones en esquina. El de Azkarate-Marutegi además destaca porque su fachada se decora hacia la calle San Pedro con 53 magníficas placas cerámicas procedentes de una estufa de origen alemán.
Cerca del Ayuntamiento se sitúa la Casa Jauregi. Su bajorrelieve del año 1500 en la fachada principal llena toda la superficie. El “horror vacui” inicial esconde curiosas escenas cortesanas, de caza y parejas de reyes con cetros.
El Palacio Aroztegi de la calle Barrenkale incorpora ricos detalles del plateresco en las tallas que decoran su puerta principal, hoy conservada en el interior de edificio. Por último, el Palacio Egino Mallea construido hacia 1585, presenta diferentes elementos arquitectónicos superpuestos exponente del gusto manierista.
Hay varias localidades en nuestra comarca relacionadas con la vida de San Francisco de Borja: Oñati, donde estableció por varios años su residencia; y Bergara, donde ofició su primera misa en público en 1551. Este último hecho tuvo lugar en la ermita de Santa Ana de Bergara, situada en el parque junto al Palacio de Errotalde, de una sola nave del siglo XVI.
También es significativa la iglesia de San Pedro de Ariznoa. Las primeras referencias de la parroquia datan del 1344, aunque el edificio actual es del siglo XVI. En ella destacan el retablo plateresco del altar mayor. Durante los años 1551-1552 San Francisco de Borja predicó y ofició misa varias veces en este templo y una inscripción así lo recoge.