En Arrasate es posible visitar 5 anteiglesias o barrios rurales de gran belleza. Una de ellas es Bedoña, la última en anexionarse a Mondragón, en 1966. Su iglesia, Santa Eulalia, alberga coquetos detalles como las ventanas románicas de la fachada oeste y la decoración de un cielo estrellado en la bóveda interior.
En la iglesia de San Miguel de Garagartza podemos deleitarnos con un relieve plateresco poco común en el ingreso.
De camino hacia Aramaio, atravesaremos Gesalibar. Su nombre se relaciona con la existencia de manantiales de agua sulfurosa en el valle que dieron lugar a la construcción de balnearios como el de Santa Agueda. El balneario, hoy hospital psiquiátrico, está declarado monumento provincial.
En Udala, la iglesia de San Esteban se levanta sobre restos románicos y en sus inmediaciones es posible encontrar antiguos lavaderos y otros elementos etnográficos de gran interés. Pero su mayor tesoro es su ubicación, ya que se sitúa a los pies del imponente monte Udalatx y las vistas de las montañas del entorno son espectaculares.
La anteiglesia de Uribarri ha perdido su personalidad rural, a pesar de ello, sigue llamando la atención la iglesia de Santa María de la Esperanza que aún conserva restos románicos.
Aunque no se trata de una anteiglesia, vale la pena acercarse hasta la ermita de San Valerio en el barrio de Meatzerreka. Es un testimonio que nos habla de la importancia de los gremios en la Villa ya que sus primeros datos se remontan a 1434 como sede de los venaqueros, trabajadores de las minas de hierro de Arrasate.